Operacion Sonnenblume

Argantonius había convocado una reunión de urgencia con toda la cúpula mayor de su ejército y sus principales consejeros.

Aunque se habían ganado más batallas de las que se habían perdido, la realidad es que la guerra por el planeta pendía de un hilo. El largo desgaste debilitaba las fuerzas imperiales, mientras parecía no afectar al enemigo. Terra había dejado claro que el conflicto duraba ya demasiado tiempo, y los capítulos astartes allí destacados tenían otras misiones más urgentes, rápidas y eficaces que desarrollar, por lo que tarde o temprano dejarían Ispaal abandonada a su suerte...

Más de la mitad del territorio más explorado del planeta estaba en posesión de herejes y xenos, el hemisferio norte del planeta estaba prácticamente perdido, defendido exclusivamente por un capítulo astarte y un aliado de compromiso en el que no se debía confíar. En el hemisferio sur, no sólo no se había logrado sofocar el foco de bichos al sureste de la capital, sino que se había detectado un nuevo brote al norte de Trianus. La escoria metálica parecía controlada, pero otra horda piel verde acababa de llegar. El comienzo del saqueo de Matritum por parte de los Orkoz supuso un duro revés que trastocaba todos los planes trazados hasta la fecha.

No quedaba más remedio. Destinaría una importante parte de sus escasas tropas para intentar recuperar Matritum en un último y desesperado intento de reconducir la guerra. Si Matritum se perdía, Valorum no tardaría en aplicar al protocolo previsto para estos casos a rajatabla... y el destino de Ispaal quedaría sellado.

La Operación Sonnenblume estaba en marcha, y supondría un punto de inflexión, para bien o para mal, en el futuro del planeta.

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