Inquisidor Valórum informa al Registro del Adeptvs Administratum
Los necrones avanzan sobre las posiciones defensivas de Leptis |
Se adoptan posiciones defensivas |
La zona se ve reforzada con la llegada de los Astartes |
Yo le digo a la vil marea de pieles verdes, que su existencia en esta galaxia está llegando a su crepúsculo, el salvajismo y la barbarie, no tiene cabida en este Imperio de esperanza.
Yo maldigo a los traidores, aquí y ahora se terminará su Cruzada Negra. Abaddon, mil veces maldito sea su nombre de traidor, se chocará contra esta piedra, este muro sin fisuras que en este confín los hombres de Cadia alza contra la marea.
Y le digo a los ladinos Tau, que desistan de cualquier intención de prevalecer en este Sector. Las dulces palabras que regalan a los oídos de los débiles ocultan la mayor vileza, solo con su exterminio total descansaré en paz.
Pero tras todos estos enemigos, se esconde el enemigo más peligroso, esta nueva flota enjambre a la que nos enfrentamos y que es capaz de corroer todo un planeta desde su interior.
La Legión Negra apoya la ofensiva sobre Leptis |
Desde que estoy en este planeta he visto actos heróicos y actos de cobardía, actos de lealtad y actos de traición. A partir este momento yo, el Inquisidor Valórum, tomo de forma unilateral el mando supremo de las fuerzas aliadas. Con todo el poder que me otorga el Adeptvs Terra, conmino a los comandantes y capitanes de los UItramarines, Lobos Espaciales, Puños Imperiales y la Gloriosa a poner sus tropas a mi disposición.
Entre las ruinas de Leptis el combate es encarnizado |
Fin de grabación+++++++++++++++++
Valorum, puedes contar los siempre fieles Ulka Fenryka. Pero no olvides quien te salvó el pellejo la ultima vez y que te estaremos vigilando.
ResponderEliminarPor cierto, quitad la foto de los necrones, que rompen el compromiso de Guerra en Color.
Me parece excesivo.
ResponderEliminarExcepto por la patética actuación a lo largo de la campaña de los lobeznos, el inquisidor no puede quejarse de los resultados de las tropas leales.
¿Quién es para exigir semejante control?
¿¿¿¡¡¡¿¿Que dices Patética!!!???
ResponderEliminarMira que a ver si todavía me voy a quedar con Trianus por la fuerza...
Las derrotas iniciales contra un enemigo versado en mil argucias no es una actuación patética. Y mira los últimos resultados y la actuación estelar de mis tropas en el Apocalipsis y en las últimas batallas que han participado.
Recuerda también tú, que si no hubiera sido por la llegada de mis refuerzos, Leptis hubiera caído.
¿Quién es Argantonius para poner en duda la decisión de un alto inquisidor????
ResponderEliminarLa canalla de Gerion y compañía es directamente responsable de la propagación de los tiránidos por el planeta. Reza por no ser relevado del mando y tener que poner a alguien más apto para dirigir las acciones de la guardia imperial.
Penitenciagite! Penitenciagite!
Pero si precisamente gracias a la Guardia ha habido momentos en que se ha logrado apuntalar el frente Norte. ¡La infestación es un pequeño precio por la defensa de aquellas ciudades tras la fuga de las tropas del 88º de Follax!
ResponderEliminarJejejejeje.
ResponderEliminarGran entrada, Luis. En tu línea.
Veo que sigues con tu campaña Raid y tienes a los bichos metidos entre ceja y ceja. ¡¡Me encanta!! :-D
Y me gusta más aún que la piña imperial no parece tan firme como queréis hacernos creer.
Aurelio, que la infestación sea un precio pequeño es algo que aún está por ver.
Un saludote,
e bichioso.
Realmente si somos una piña, y realmente a todos los efectos hace tiempo que Valórum planea los movimientos imperiales, jejeje. Yo no soy Valórum, Aurelio tampoco, Perico tampoco y Vicente tampoco... entoneces ¿quién es realmente Valórum? es como Scaramouche.
ResponderEliminarPero voy preparando la historia para poder escribir un relato al terminar la campaña.
Se que los tiránidos darán que hablar al final...
Ojalá, Luis, ojalá.
EliminarLa verdad es que la campaña está en un punto muy interesante, aunque los imperiales habéis conseguido una ventaja nada despreciable y habéis obligado a la mente enjambre a modificar sus planes.