La noche había sido larga. No había sido fácil. Había sido una negociación complicada, no esperaba menos, pero tampoco contaba con tener delante a un negociador tan duro.
Capodanno se consideraba bueno, más que eso incluso, y aún así había cedido más de lo que le hubiese gustado. Se justificaba diciéndose que habían sido las órdenes del Capitán Riggle, pero en el fondo sabía que le habían ganado la partida.
Cuando salió de la sala acompañando al emisario tau, pensaba que había logrado un gran pacto. Ahora, en la soledad de su celda, como le gustaba denominarla, se daba cuenta que no era tan bueno el pacto.
Había cedido la defensa del norte del hemisferio, incluida la ciudad de Abula, un bastión y el cuartel que les había servido al inicio de la campaña y que ahora sólo empleaban de centro de reabastecimiento.
Al menos, había conseguido mantener bajo el control de la 3ª Compañía un bastión en la zona, desde la que podrían controlar los movimientos de sus nuevos aliados y tomar las medidas oportunas en caso de ser necesario.
A cambio, podían centrarse en su ofensiva sobre Consabura y el Cuartel General de los Amos de la Noche y en la defensa de Matritum. Incluso podrían pensar en nuevas acciones.
Ya sólo quedaba contárselo al Capitán...
¡Cómo que se cede Abula a los xeno! Creo que se insitió en que, como mucho, a los Tau se les cedería el antiguo HQ y el antiguo campamento. Ninguna otra raza debe ocupar las ciudades del planeta... empezamos así y acabamos "tiranizados"
ResponderEliminarTras la cobarde emboscada llevada por esta raza xeno en Pavonis no pueden ser considerados amigos, aún más al contrario, son un enemigo preocupante que debe ser aniquilado como el resto de escoria xenos que intentan devastar ISPAAL-I5.
ResponderEliminarSin perjuicio de lo que decida El Lobo, el Imperio TAU es considerado no grato y una facción enemiga.
Abula debe volver al control imperial y espero que Argantonius se encargue de recuperar es ciudad.